Al norte de México, en el bello Templo de Santa Catalina, se oculta una historia intrigante que ha sorprendido a lugareños y visitantes durante décadas. Se centra en la figura enigmática de Doña Cleotilde, conocida como la barrendera.
Fundado a principios del siglo XIX
El Templo de Santa Catalina, con su rica historia, ha sido testigo de muchos eventos a lo largo de los años. Sin embargo, uno de los momentos más destacados ocurrió en la década de 1970, específicamente en 1974, cuando se llevaron a cabo trabajos de remodelación en el templo. Durante estos trabajos, ocurrió un incidente que desencadenó una serie de sucesos extraordinarios.
Según cuentan las crónicas locales, durante la remodelación, algunos trabajadores hicieron un descubrimiento inesperado: profanaron accidentalmente un área de entierro en la bodega del templo. Este espacio, que había sido utilizado por familias adineradas para enterrar a sus seres queridos, se vio perturbado por la intervención humana. Fue entonces cuando una presencia misteriosa comenzó a hacerse sentir en el templo.
La presencia
En varios lugares del templo, los encargados han visto a una mujer anciana, la cual fue identificada como una antigua vecina del lugar, Doña Cleotilde. Se manifestaba como una figura vestida de blanco con un velo que cubre su rostro que muestra claros signos de cansancio y una vieja escoba en sus manos. Su aparición desconcertó tanto a los trabajadores como a los empleados del templo, quienes rápidamente asociaron su presencia con el incidente en la bodega. Pronto, los rumores sobre la misteriosa figura se extendieron por toda la comunidad local.
Se dice que Doña Cleotilde no solo se limitaba a aparecer ante los ojos asombrados de quienes la encontraban, sino que también interactuaba con ellos. Según una de las historias más conocidas, Doña Cleotilde hablo con uno de los guardias del templo, para él solo era una anciana barriendo el patio, entablo una corta conversación con ella, se compadeció de ella y la invito a que descanse en una banca cercana, ella declinó la oferta, afirmando que debía seguir su camino.
La leyenda de Doña Cleotilde perdura hasta el día de hoy, alimentando las conversaciones y la imaginación de quienes visitan el Templo de Santa Catalina. Se cree que su alma aún deambula por los pasillos del templo, incapaz de encontrar la paz que tanto anhela. Esta historia fascinante, llena de misterio y suspenso, sigue siendo una parte integral del rico tejido de leyendas mexicanas que continúa cautivando a las generaciones venideras.
A su mercé…
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Hasta la próxima garbancer@s
Basado en un relato de Mtr. Víctor Torres Leal
Fuente: Programa «Reportajes de Alvarado de Lic. Eduardo Alvarado Ginesi»
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