En los rincones más remotos de México, se esconden historias de amor y tragedia que perduran en el tiempo como leyendas inmortales. Una de estas historias se sitúa en el pintoresco pueblo de Rayones, Nuevo León, durante los turbulentos años de la Revolución Mexicana. Es la historia del «Jinete de Piedra», una narrativa que fusiona el romance con la tragedia en un escenario de lucha y desesperación.
Juquialanes
Los vecinos comentan y algunos mayores afirman que después de una encarnizada batalla, un líder revolucionario y su grupo buscaban refugio y comida en la histórica hacienda de Juquialanes. El dueño de la hacienda, con un corazón generoso, les dio la bienvenida y ofreció su hospitalidad. Entre los revolucionarios se encontraba un hombre valiente y apuesto, cuyo destino se entrelazaría con el de la hija del hacendado.
La belleza de la hija del hacendado cautivó al líder revolucionario, y pronto surgió un amor apasionado entre ellos. Promesas de un futuro juntos resonaban en el aire, y el revolucionario juró regresar y llevarse a su amada una vez que la lucha armada llegara a su fin. Los días de felicidad parecían interminables, pero el destino tenía otros planes preparados.
La Noticia
Cuando el revolucionario finalmente regresó a Juquialanes, esperando reunirse con su amada y sellar su destino juntos, se encontró con una desgarradora verdad. La hija del hacendado había sucumbido a una misteriosa enfermedad, dejando atrás un vacío insondable en el corazón del líder revolucionario. La promesa de un amor eterno se desvaneció ante sus ojos, dejando solo dolor y desolación.
Desconsolado por la pérdida de su amada, el líder revolucionario partió de Juquialanes con su grupo, pero su espíritu atormentado no podía dejar atrás el recuerdo de su amada. En un acto de desesperación y amor eterno, su figura montada a caballo quedó petrificada en un claro de un cerro cercano, mirando hacia Juquialanes. Allí permanece, como un guardián solitario de un amor perdido en el tiempo.
A su mercé…
Si este relato fue de su agrado, humildemente pido nos ayude compartiéndola a sus familiares y allegados durante una reunión en una negra noche. O por medio de un compartir en su red social. Si la leyenda atenta a su cultura pues es distinta a la alojada en su memoria, pido a su mercé que sea indulgente pues es así como el relato llego a mis oídos y es mi forma particular de compartirla. Recuerde que por ser leyenda puede o no tener una base real y tener una increíble dosis de libertad literaria ya sea por la región donde fue relatada o por quien la narra.
Hasta la próxima garbancer@s
Basado en un relato de Prof. Hernan Farias G, Director de Educación y Cultura de Rayones, N. L.
Fuente: Programa «Reportajes de Alvarado de Lic. Eduardo Alvarado Ginesi»
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