Hola a todos, hace varias semanas el equipo de La Garbancera me invito a compartir historias y leyendas de fantasmas y aparecidos. Acepte casi sin pensar, sin embargo he estado durante días cavilando sobre que escribir y de golpe, literalmente, me llego la inspiración, el compartirles las historias que mi abuelo Enrique, nos contaba a todos sus hijos y nietos.
Agradezco al equipo Garbancero el que me incluyan en este proyecto y me permitan compartir las historias que mi abuelo nos contaba sentado en su silla mecedora, en el porche de la casa, mientras toda su familia se ubicaba a su alrededor escuchándolo atentamente. Espero les agrade lo que esta humilde No-Escritora les comparta.
Mi Abuelo contaba…
Mi abuelo era todo un personaje, durante su adolescencia vivía cerca del caudal de uno de los tantos arroyos de Veracruz, uno de los estados más ricos en historias y leyendas de aparecidos y fantasmas. Mi abuelo sabía tantas y tantas narraciones, historias que el juraba que eran reales, relatos de los malévolos duendes hasta el demonio “mismito y en persona”. Pues bien, una de esas narraciones que nos compartió fue la que título La dama bonita.
En cierta ocasión…
En un día común y corriente, él se encontraba realizando un mandado que mi bisabuela, su sacrosanta madrecita, le había encomendado. Como era común para él, pasaba cerca del arroyo que pasaba por el poblado, sin embargo algo llamo poderosamente su atención, a lo lejos vio que se acercaba a él una hermosa joven de larga cabellera negra que le llegaba casi a los tobillos, característica que le llamo demasiado la atención poderosamente pues no era un rasgo común entre las señoritas de la zona, unos hermosos ojos negros profundos, piel blanca y vestía un largo vestido color blanco.
Nos decía el que nunca había visto una mujer tan hermosa como esa, cuando cruzaron sus caminos, y queriendo mostrar su galantería de mozuelo la saludo galantemente tratando de recibir una sonrisa de tan linda dama en respuesta, en ese momento la extraña mujer giro lentamente para ver a mi abuelo el cual quedo aterrado con el espectáculo, esto no es nada extraño dirán, no era para causar miedo y tienen razón, lo que no he mencionado es que el joven Enrique observo como la mujer giraba sobre su propio eje, sin mover sus brazos o piernas, cabeza o torso, simplemente parecía que estaba flotando o colgando de una cuerda invisible y el viento la había girado. Sus ojos quedaron fijos a esa mirada perdida, triste, fría y profunda, el solo recuerda ese hermoso e inexpresivo rostro, como si la vida hubiera abandonado aquel cuerpo, quedo petrificado del miedo unos segundos, que para el parecieron horas
Salio por piernas…
Al poder reaccionar y ante la presencia de tan macabro espectáculo, salió despavorido del lugar y llego temblando a la casa familiar sin siquiera cumplir su mandado y gritando de miedo y como giro sin tocar el piso. La gente que escucho la historia de primera mano le decía ”viste a la llorona”, en realidad no sabe si era el mítico espectro que busca a sus hijos eternamente, pero no pudo olvidar ese hermoso pero fantasmal rostro y era linda y triste mirada, aun ahora recuerdo haberlo visto temblar mientras contaba esta historia….
Es lo que mi abuelito contaba…..
Espero que les haya gustado y próximamente seguiré compartiendo partes de esa hermosa herencia que mi abuelo nos dejó.